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Fauna y vegetación

Fauna y vegetación

Fauna

Al igual que la flora, la presencia faunística en El Torcal ha estado condicionada en muchos casos por la intervención en el medio por el hombre. Las especies de vertebrados inventariadas dentro del Paraje alcanza la cifra de 116, repartidas de la siguiente manera: una especie de Anfibio, 11 de Reptiles, 82 de Aves y 22 de Mamíferos. Existen multitud de especies de invertebrados, mayoritariamente insectos, que constituyen la base para la alimentación de muchas de las especies de animales vertebrados que viven en la Sierra.

 

Uno de los valores más notables de la composición faunística de El Torcal es la riqueza de aves que soporta, bien de forma sedentaria o simplemente como estación de paso en las vías migratorias o como punto de nidificación. En este sentido, la Sierra fue declarada como Zona Especial para la Protección de las Aves (Z.E.P.A.), en virtud de la Directiva Comunitaria nº 79/409, pero algunas de estas especies de aves se han vuelto realmente poco frecuentes debido a la presión del hombre (venenos, expolio de nidos, actividades deportivas incontroladas, etc.), como ha ocurrido con el águila real, el halcón peregrino o el águila perdicera. Muchas de ellas nidifican en los tajos, de ahí la importancia de no realizar actividades de vuelo libre o escalada en ellos. Los buitres leonados suelen ser asiduos de El Torcal, bien sea de paso entre el Desfiladero de los Gaitanes-Sierra Huma y las Sierras de Camarolos y el Jobo, o bien cuando acuden a comer reses muertas del ganado (autorizado en algunas zonas del Paraje).

 

Otras aves de interés presentes en El Torcal son la collalba negra y rubia, el búho real, el mochuelo, el cernícalo vulgar, el avión roquero, la chova piquirroja y numerosas aves de pequeño tamaño (herrerillo común, carbonero común, jilguero, curruca, cogujada común y montesina, colirrojo tizón, roquero solitario, escribano montesino), y otras muchas más fácilmente visibles según la época y la zona prospectada.

 

Los reptiles presentes en la Sierra dependen en gran medida de factores térmicos, por lo que son plenamente activos en primavera y verano, momento en el que se pueden ver con frecuencia. Destacamos fundamentalmente las siguientes especies; lagarto ocelado, lagartija colilarga e ibérica, culebra de escalera, culebra bastarda y víbora hocicuda, de mordedura peligrosa por su inyección venenosa.

Entre los mamíferos, el topillo se detecta fácilmente en las zonas de dolinas por los montículos fruto de su actividad cavadora; la mayoría de los restantes, suelen localizarse mejor a través de sus excrementos, como es el caso del zorro, el tejón, la comadreja y el conejo, como especies más representativas.

Vegetación

El macizo de El Torcal constituye una zona geográfica de rica y variada flora, lo cual acrecienta en gran medida la importancia de sus valores naturales. La degradación actual de la cobertura vegetal en buena parte de su superficie, debido al carboneo, la tala, la actividad ganadera o la acción antropógena de cualquier otra naturaleza, no impide la presencia de algunos enclaves de vegetación climácica y de diversas especies endémicas de gran interés. La riqueza en especies botánicas es considerable, habiéndose constatado en la Sierra al menos 664 especies de plantas, agrupadas en casi un centenar de familias; así, se citan 12 especies de líquenes, 77 de Briofitos (musgos y hepáticas), 10 de Pteridofitos (helechos) y 565 de plantas con semilla (Espermatofitas).

Las comunidades vegetales de mayor importancia botánica dentro del Paraje son las rupícolas, adaptadas a las fisuras y grietas de las rocas, con plantas muchas de ellas endémicas que precisan normas estrictas de conservación; esto ha obligado a crear un área de reserva dentro del Torcal Alto con el fin de preservar ciertas comunidades vegetales de interés. Las especies rupícolas más representativas son Linaria anticaria, Saxifraga biternata, Linaria oblongifolia, Viola demetria, Saxifraga reuterana, Polypodium australe, entre otras muchas.

La vegetación potencial de El Torcal corresponde a la de encinar, estando el estrato arbóreo representado por encinas, quejigos, serbales o arces. Las formaciones de espinares y zarzales suelen cubrir gran parte del Torcal Alto, con madreselvas, arbustos y plantas de la orla forestal (espino majoleto, sauco, zarzamora, rosal silvestre, peonías, etc.). Otras comunidades vegetales de interés por su relación con la actividad ganadera, son los pastizales y los cardizales, que suelen situarse en dolinas o «encerraderos» con especies vegetales como Poa bulbosa, Trifolium subterraneum, Ranunculus bulbosus, Onopordon illyricum, Sylibum marianum o bien otras más raras como el Dianthus anticarius o la Nepeta amethystina. Como especie a destacar por la belleza de las formas que origina en combinación con la roca, se encuentra la hiedra, muy abundante en el Torcal Alto, con algunos ejemplares verdaderamente espectaculares.

Como se puede ver, la gran riqueza botánica de El Torcal encierra plantas raras o amenazadas, por lo que rogamos su colaboración para que no desaparezcan; procure no dañar a las plantas, no arranque sus flores, ya que éstas son generalmente las únicas que garantizan la reproducción de los vegetales que las producen.

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